Caso 23: ¿PETROESFERAS JUNTO A LA ERMITA DE SAN PEDRO ATXISPE? (GAMIZ-FIKA)

 

Petroesfera de Atxispe... ¿natural o artificial? (Foto de: Triskel Pablo)

Sobre el alto de una cresta rocosa se emplazan las ruinas de la antigua ermita de San Pedro Atxispe. No cabe duda de que fue un lugar privilegiado y estratégico desde donde poder vigilar a los caminantes del medievo. Arquitectónicamente, el modesto templo estaría situado entre lo gótico (s. XIV) y lo renacentista (s. XV). A día de hoy se encuentra en un pésimo estado —fue bombardeada en la guerra civil—, y apenas se sostienen un par de muros de la vieja construcción. Pero antes de ir al quid de la cuestión creo que, debería hablar un poco acerca de la historia del lugar...


Foto de: Triskel Pablo


La fundación de Atxispe se pierde en la bruma de los tiempos. Las tres tumbas antropomorfas excavadas en la propia piedra —dos junto a la ermita y la otra más alejada de esta—, se podrían datar entre los siglos IX y X, es decir, en época altomedieval. La tipología de las tumbas tampoco son muy comunes en el territorio, pues son de forma trapezoidal y están talladas en la piedra. Por las marcas que se observan pudieron haber estado cubiertas por grandes losas. Esos enterramientos funerarios son únicos en Vizcaya y algunos expertos han llegado a relacionarlos con necrópolis de tipología mozárabe y de repoblación.


Una de las tumbas antropomorfas (Foto de: Adrián B.)


Tras las diferentes catas arqueológicas se llegó a la conclusión de que, el reducido número de sepulcros funerarios señalaban que el enclave no tuvo un uso poblacional, sino más bien, de tipo religioso, muy ligado al mundo anacoreta. Como muestra de ello, se puede observar como entre la cabecera de la ermita y las rocas hay un hueco, por donde mediante una escalera tallada en piedra se llega al barranco norte, donde se sitúa una de esas <<oquedades semirupestres>>. Además, en toda la zona son visibles numerosos agujeros labrados en la piedra (circulares, cuadrados, en forma de cruz...). ¿Tendrían alguna función ritualista? Quien sabe, quizás fueron usados para realizar actos de libación relacionados con algún <<culto pagano desconocido>>. Como diría Marcel Moreau en su libro “Las civilizaciones de las estrellas”, muchas cuencas y cazoletas podrían estar orientadas siguiendo las salidas y puestas del sol; o más enigmático aún, formar implantaciones de grupos de estrellas.

Otra de las cosas que llaman la atención en Atxispe, son una especie de marcas circulares situadas en la gran mole de piedra que hay frente a la puerta gótica de la ermita. En mi primera visita al lugar, tuve la suerte de ser acompañado por Héctor González (Mondo Incognito) y su colega Amador, con los que pude analizar en detalle algunos secretos del lugar. Y es que si uno se fija en algunas de esas marcas circulares, observará como están rotas y agrietadas, dejando entrever tras de sí una especie de oquedad o “caja fuerte” primitiva. Héctor lo tenía bastante claro: en la antigüedad se solían ocultar monedas de oro —difícil no venirme a la memoria los tesoros escondidos de los jentiles o Mairuak de la mitología vasca— u objetos de valor en el interior de las rocas. En teoría, estos enclaves (como también en los castros indígenas-romanos) están llenos de tesoros, y hoy por hoy, aquel que intente expoliarlos se enfrentara a una durísima multa por parte de la administración...

Pero, ¿cómo lograban horadar la piedra?, ¿cómo hacían para tapar los huecos (como si de un enyesado se tratara) con una textura y dureza igual a la de la propia roca?, ¿utilizaron una técnica similar para trabajar tanto las tumbas como las escaleras? No quiero ni imaginar el arduo trabajo que tenía que ser vaciar y dar forma a la dura caliza.


Supuestas "cajas fuertes" oradas y selladas en la misma piedra (Foto de: Adrián B.)


Una vez situados en el contexto, vayamos sin rodeos al tema en cuestión: las petroesferas de Atxispe. El fenómeno es de lo más insólito. Popularmente, esas piedras son conocidas como cannonball o bola de cañón. Huelga decirlo que la geología de esta localización es un tanto peculiar. Las supuestas petroesferas, fueron formadas por sedimentos en el cretácico inferior (145-100 millones de años), a lo que se le llamó concreción. Técnicamente, sería una acumulación de sustancias diluidas (agua de lluvia) en el seno de una roca porosa. Sus formas pueden llegar a ser un tanto variopintas: redondeadas, subesféricas, elipsoidales, alargadas, etcétera. Según los geólogos, la razón de tales formas se debe a que <<la cresta rocosa de Atxispe estuvo bajo las aguas hace varios millones de años, formando curiosas formas esféricas>> que, en algunos casos, llegan a alcanzar un metro de diámetro. Aunque insisto, este enclave tiene algo especial. ¿Por qué ese fenómeno geológico se encuentra solamente en Atxispe?, ¿y si no fuera una formación natural?, ¿podría haber alguna relación con la supuesta técnica de <<conglomerado artificial>> de la que he hablado en el jardín del santuario de Santa María de la Antigua de Orduña (véase caso 12)?

En esta ocasión plantearé algo totalmente diferente. ¿Cabria la posibilidad de que los pueblos de la antigüedad (incluso aquellos que habitaron eremitorios rupestres como este) conocieran un <<compuesto químico>> que les permitiese ablandar las piedras y moldearlas a voluntad? Algunas de las rocas de Atxispe parecen haber sido ablandadas, pues sus formas caen en una dirección concreta, como si después, al secarse, se hubiesen quedado como la mismísima <<lava solidificada>>. Eso sí, ¡no esperes encontrar esferas de piedra como las de Costa Rica!

De esa sabiduría del pasado solo queda algún resquicio entre los pueblos precolombinos, como en el caso del pueblo Inca. En el ensayo “En busca de la edad de Oro” del investigador Javier Sierra, podemos encontrar el testimonio de un andino de ochenta y nueve años llamado Faustino Espinoza. Dice así:


“Las piedras de doscientas toneladas (encajadas milimétricamente) de Sacsayhuamán, fueron talladas con el ayaconchi, un sistema para ablandar rocas. Con ese compuesto químico preparado por los “científicos” indios antiguos, esculpían altares en la piedra en honor a los elementos de la naturaleza, y moldeaban las piedras”.


Para mi sorpresa descubrí que la técnica del ayaconchi ¡no solo fue conocida en el continente americano! Estos saberes debían de ser universales, siendo utilizados en buena parte de los continentes. En nuestro país, más concretamente en tierras astures, el <<picatueru>> o pájaro carpintero se valía de la conocida como Yerba cabrera (bituminaria bituminosa o astragalus), para lograr horadar la dura piedra:


“Este pájaro vive en las cavidades de los troncos o de las rocas, y dicen nuestras leyendas que si se le cierra la entrada del nido con pedruscos, él coge con el pico una de estas yerbas, toca con ella las piedras y las hace romperse en pedazos”.


(La yerba cabrera en Asturas, las piedras “reblandecidas” de los incas y la búsqueda de Shamir de Jesús Suárez López)


Yerba cabrera y el picatueru (Foto de: Fusionasturias)

Ese secreto ancestral podría explicar como los pueblos del pasado fueron capaces de levantar todo tipo de monumentos ciclópeos, ya fuesen conjuntos megalíticos o pirámides como las mayas o egipcias.

Sigo pensando que en todo este asunto hay una pieza que falta. Aunque también reconozco que he dejado que mi imaginación volara de forma salvaje. No hay manera de demostrar que técnicas similares se pudieran haber llevado a cabo en Vizcaya, por ello, solo podemos pensar que, a pesar de lo increíble del asunto, podría haber algo de cierto en ello.


ADRIÁN  BASILIO

[Texto registrado en la oficina de "Propiedad Intelectual del País vasco"]

__________________________________________________________________________


FUENTES:


- ARKEOHISTORIATRISQUEL.WORDPRESS.COM “Ruinas ermitas San Pedro Atxispe” (2020)

- MOREAU, MARCEL Libro “Las civilizaciones de las estrellas” (1973)

- SUÁREZ, JESÚS “La yerba cabrera en Asturas, las piedras “reblandecidas” de los incas y la búsqueda de Shamir” (2003)

- SIERRA, JAVIER Libro “En busca de la edad de Oro” (1999)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Caso 18: EL PALACIO MALDITO DE LOS HURTADO DE AMEZAGA (GUEÑES)

Caso 10: GORPUTZ SANTUE, LA MOMIA DE IDOIBALZAGA (ERRIGOITIA)

Caso 1: LLUVIA DE RANAS (ELGOIBAR)