Caso 10: GORPUTZ SANTUE, LA MOMIA DE IDOIBALZAGA (ERRIGOITIA)

 

Gorputz santue (Foto de: Lehoinabarra Blogspot)

Hasta inicios del s. XX era común sentir una gran devoción por las reliquias de los santos. En la iglesia parroquial de Errigoitia encontramos la momia de una mujer conocida como Gorputz santue (cuerpo santo). En un principio, se creía que era un hombre de raza negra, pero, tras limpiarla, se percataron de que no era ni de color ni era hombre, sino una mujer de tez blanca. Es tenida por milagrosa, por lo que los padres y madres que tenían algún hijo con dificultad para el habla, le hacían dar tres vueltas al atrio de la parroquia. Acto seguido, le daban a besar la mano incorrupta de dicha momia. Pronto el pequeño mostraba grandes mejorías de forma inexplicable. Juan Eustaquio Delmas fue quien relato la crónica del hallazgo de la momia:

“El cuerpo fue hallado en 1550 en unas obras de reconstrucción. Estaba intacto, sin mortaja y vestido, como recién enterrado. Dos muchachos, jugando o maliciosamente, tiraron el cadáver al suelo desde el andamio donde estaba para volverlo a enterrar. De inmediato uno se quedó ciego y al otro se le secó el brazo. Las dos familias rezaron durante días al cadáver incorrupto y finalmente sanaron, lo que se consideró un gran milagro. Caravanas de gente acudían de todas las partes del señorío a rezar al cuerpo incorrupto, sobre todo tullidos y ciegos, por lo que en 1585 se le declaró cuerpo santo”.

Tras aquel hecho, los vecinos del lugar decidieron levantar una nueva iglesia en la población de la villa de Errigoitia —en el barrio Uria, donde actualmente se encuentra el ayuntamiento— con fuertes tablas y troncos. Al día siguiente, observaron como todo el material traído para la nueva construcción, era devuelto donde se situaba la antigua iglesia. Los rigotienses, perplejos, pensaban que todo era obra de saboteadores que no estaban de acuerdo con el proyecto que se iba a llevar a cabo, por lo que una noche, mandaron a una docena de hombres para que los atraparan in fraganti. Entrada la noche vieron como una pareja de bueyes se llevaban los materiales, siendo guiados por una jovencísima dama. A uno de los bueyes —que se detenía sobre el barrizal— la dama le arreo con las siguientes palabras: Ea, Idibalzaga! (en euskera significa ¡Adelante buey negro!). Tras aquel suceso, la iglesia se mantuvo en su antiguo emplazamiento —donde se encontraba un frondoso robledal—, tomando el nombre de Nuestra señora de Idoibalzaga. Aquel milagro hizo que el templo fuera conocido en toda la comarca, siendo uno de los pocos enclaves vizcaínos donde se podía encontrar un árbol juradero.

Mano incorrupta protegida por un relicario de plata (Foto de: Lehoinabarra Blogspot)

La cuestión ahora es, ¿de quién es la momia que ocupa el sacro lugar? Por proximidad, ¿podría haber algún tipo de  relación entre "la virgen de Baldatika" (caso 7) y esta joven dama?, ¿Qué condiciones ambientales hicieron que el cuerpo santo quedara momificado?

Sobre los cimientos de la actual iglesia se encuentra un templo mucho anterior, posiblemente de la alta edad media (s. XI). Al tratarse de una aparición femenina, cabria la posibilidad de que en algún momento de la historia, sobre el antiguo emplazamiento, hubiera existido un claustro de religiosas. Para que sucediera la milagrosa momificación (si ocurrió in situ), el enclave tuvo que irradiar una energía muy poderosa. Esa <<fuerza desconocida>> fue capaz de alterar el organismo del difunto, llegando a inhibir el estado de composición. Aunque desafortunadamente, no son pocas las veces que las momias han sido enterradas en lugares de alta densidad vibracional para que al cabo de un tiempo fueran trasladadas allí donde los creyentes las pudieran venerar. La jerarquía eclesiástica no tiene ni un pelo de tonta y ha sabido aplicar esas energías telúricas para conseguir los llamados cuerpos incorruptos o “santos”, en pos de recuperar la fe de muchos incrédulos campesinos. 

Iglesia de Santa María de Idoibalzaga (Foto de: Lehoinabarra Blogspot)

¿Puede que una religiosa de la comarca fuera “recompensada” con ese don divino por su virtuosa vida ejemplar? Si la ciencia no analiza el cuerpo en profundidad, dudo que podamos conocer la respuesta.

Radiestesistas como Epifanio Alcañiz han documentado casos de momificación de determinadas santidades. Él mismo lo ha podido comprobar; primero, momificando por su cuenta pequeños animales sobre vórtices energéticos; y en segundo lugar, aportando las mediciones de vibración de los lugares donde se enterraron cuerpos incorruptos. El autor nos advierte en su ensayo Radiestesia, la percepción olvidada (2018), que en determinados lugares las radiaciones telúricas pueden enfermar a la gente sensible, mientras que en otros, actúan favoreciendo la momificación de un cadáver. ¿De esa forma no se lograría dar una dimensión mucho más espiritual a la muerte?

Puestos a conjeturar, quien sabe si las mismas radiaciones telúricas y el flujo de las aguas subterráneas procedentes del acuífero de Metxika (caso 9) facilitaron y aceleraron el proceso de momificación de esta jovencísima dama. Sé que esta explicación no se adecua a la ciencia oficial, la cual, argumentará que la momificación solo se puede dar en condiciones micro-ambientales muy específicas (aislamiento de oxígeno, adipocira, corificación...). Para ellos, la momia de Idoibalzaga no tiene nada de “extraordinario y mágico”. Yo, en cambio, me reafirmo en que son energías muy sutiles las que favorecen este tipo de maravillosas rarezas.

ADRIÁN BASILIO

[Texto registrado en la oficina de "Propiedad Intelectual del País vasco"]

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FUENTES:

- ALCAÑIZ, EPIFANIO Libro "Radiestesia, la percepción olvidada" (2018)

- LEHOINABARRA.BLOGSPOT.COM "ERRIGOITI, la última villa y cuna del fuero de Vizcaya" (2019)

- LEYENDAS DEL PAÍS VASCO Y NAVARRA (1995)

- WIKIPEDIA.ORG "Incorruptibilidad cadavérica/ Causas"